viernes, 5 de septiembre de 2014

Aquel verano del 89

Los recuerdos afloraron en su mente ¿Cuántos años haría de aquello? ¿15, 20?




Nítidamente comenzó a tener visiones del primer contacto con Pedro, de su aparición montado en aquella motocicleta, su amada motocicleta, la que ocupaba todas sus horas libres... hasta que apareció ella. Entonces, no es que renunciara a la máquina, porque aún la siguió usando y ella montó junto a él en agradables paseos durante todo aquel verano, sino que su amor fue desplazado y, con el paso del tiempo, fue abandonada en un rincón y comenzó a cubrirse, de polvo primero, y más tarde, de una mezcla de humedad y grasa, hasta que llegó el día en que tuvo que deshacerse de ella porque Pedro jamás la usaría de nuevo. 


Los muertos no montan en motocicletas.

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