jueves, 23 de octubre de 2014

Mi particular petición

Esperó hasta dormirse y soñó con otra Navidad. Una Navidad que fuera como las de antaño, cuando toda la familia se reunía en torno a la gran mesa y se daban un atracón.

Y por supuesto también deseaba la inexcusable visita de Santa Claus para que le regalase, al igual que a cualquier otro niño, lo que había pedido. En esta ocasión nada de juguetes, en contra de su voluntad. Era más importante que Santa accediese a su especial petición de este año, un hogar.

Y se acurrucó en la caja de cartón, junto a sus padres, sobre el frío suelo.

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