lunes, 15 de abril de 2019

Venganza imperial

La fastidiosa mosquita con su lengua veloz arrebataba tranquila las minúsculas migas de pan de la mesa. Tras incordiar por largo tiempo a los comensales invitados por el emperador romano, estos se habían retirado a descansar debido al profundo e inesperado sopor sobrevenido. No despertarían del sueño. Adherido a las patas del díptero un potente veneno había sido esparcido cuidadosamente por todos los platos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario