lunes, 2 de marzo de 2020

Huída

Prefiero las ratas, porque ellas me ayudan. 
Desde siempre las he aborrecido, asqueado, odiado. Hasta que llegué aquí, al rincón más apartado del castillo, condenado a permanecer en este cubículo hasta mi muerte. 
Deseaba que ésta viniera pronto, que mis captores me la produjesen, lo que sería mi auténtica vía de escape. Por suerte, impregnar los rincones con la detestable comida que me daban ha llevado a que estos roedores produjeran un agujero por el que pronto podré colarme. 
Pero ahora nadie atiende mi petición de comida y ellas se están desesperando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario