lunes, 16 de marzo de 2020

Calentamiento global

Bucear en el lago que había al lado de la casa era toda su vida. Pero dejó de llover. Recuerda con nostalgia ese sirimiri que humedeció su cara hace ya dos años. El lago fue descendiendo su nivel hasta que la tierra terminó por absorber los últimos charcos. Hoy se siente feliz viendo de nuevo los peces de colores, los rayos del sol formar su cortina al atravesar el agua cristalina, moverse por el fondo experimentando la indescriptible sensación… Para un observador tan solo será un loco reptando por el cuarteado suelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario