tag:blogger.com,1999:blog-15937610851226274082024-03-04T23:03:16.427-08:00Cortos y microsaprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.comBlogger156125tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-81754089433750832792020-03-18T01:01:00.004-07:002020-03-18T01:01:56.166-07:00La otra<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; margin: 0px 0px 17px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
Desplegó ante sus ojos tristones, avejentados, todo el arsenal de artículos de belleza del que había hecho acopio en el último mes. Era una más de sus obsesiones; qué podía tener de malo. Mascarillas, perfilador de labios, rizapestañas...que se anunciaran, compra que realizaba, a lo más tardar, al día siguiente. Pero después ¿para qué? Si casi nunca los utilizaba. Mirándose en el espejo comprobaba que estaba muy guapa tal cual, sin más adorno, y sonrió, dejando asomar unas pequeñas patitas de gallo alrededor de sus ojos, a pesar de verse en la despreciable soledad de su habitación. La alcoba que, no hace mucho, abandonara su amante y que aún conservaba su calor, sus esencias, sus risas, y que reclamaba ardientemente su vuelta para, deseaba con el mayor de los fervores, no salir más.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; margin: 0px 0px 17px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
Él se lo prometió. Prometió que volvería, que no tardaría más de una hora, ¡y ya habían pasado cerca de tres!. Iba con el firme propósito de decírselo a su mujer. Tras mucho insistir lo había obligado a tomar esa decisión. Sin embargo, algún problema debió plantearse, y comenzaron a asaltarle dudas de que volviera a echarse atrás una vez más. </div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; margin: 0px 0px 17px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
Aún seguía sin ropa, ni se molestó en vestirse. Quizá no tardase, quizá debería ponerse para cuando llegara, como viera en tantas películas, simplemente una corbata; tal vez aquella amarilla, con cabezas de caballo sobre herraduras, que guardaba porque no llegó a regalársela. Riñeron por una tontería y no quiso premiarlo por ello. Ahora se arrepentía, pero estaba hecho. Desde que tenía uso de razón, sus ideas se sobreponían a cualquier contrariedad, y nunca lamentaba las decisiones que tomase. No lo hizo tampoco al dejar al anterior novio, a aquel cabrón que solo le provocaba sufrimientos, al que no le importaban sus sentimientos, sus inquietudes, sus deseos. Se le escaparon unas lágrimas al pensar que ahora, y sin desearlo, volviera de nuevo a la soledad. Y recordó aquellas palabras.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; margin: 0px 0px 17px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
<i style="box-sizing: border-box; font-style: italic; line-height: inherit;">Lágrimas que de mis ojos salen</i></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; margin: 0px 0px 17px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
<i style="box-sizing: border-box; font-style: italic; line-height: inherit;">ante el temor a perderte</i></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; margin: 0px 0px 17px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
<i style="box-sizing: border-box; font-style: italic; line-height: inherit;">tan solo quiero que se igualen</i></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; margin: 0px 0px 17px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
<i style="box-sizing: border-box; font-style: italic; line-height: inherit;">a la alegría de volver a verte.</i></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; margin: 0px 0px 17px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
Secó su cara y se colocó la corbata, recostándose en la cama para seguir esperando; el tiempo que fuese necesario. Confió en que todo habría salido bien, que la esposa estaría aún llorando ante esa sorprendente comunicación del marido de abandonarla, sin acaso saber por quién, y que éste se hallaría, posiblemente ya, de vuelta a su nuevo hogar, junto a él. </div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; margin: 0px 0px 17px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
Minutos después oyó la puerta. Ya estaba ahí, había dado el paso. Su corazón dio un vuelco. “Has tardado” dijo en voz alta. “Temía que no volvieses”. Echó mano a su miembro, que empezaba a tomar grandes proporciones, para que estuviera apetecible para él. </div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; margin: 0px 0px 17px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
Entonces apareció bajo el umbral de la puerta, cariacontecido, con una sonrisa enigmática, como si quisiera comunicar con ella su triunfo o, tal vez, por la agradable imagen que se presentaba a sus ojos. Sea como fuere, únicamente sacó una pistola de su chaquetón y le apuntó. </div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; margin: 0px 0px 17px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
Ni siquiera le dio tiempo a preguntar qué significaba aquello. Al segundo disparo comprendió, y solo entonces por su obcecación con él, que esa era la única salida viable de acabar con la relación.</div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><br />aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-105754550921479852020-03-18T00:55:00.002-07:002020-03-18T00:55:56.074-07:00Averno<div style="text-align: justify;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #666666; direction: ltr; display: inline !important; float: none; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Tardaría en encontrar la llave que necesitaba. Pero no le importaba. Una vez conseguida tendría todo el poder imaginable. Empleó meses en el estudio de libros prohibidos, satanismo, en ritos ocultos, hasta llegar al gran salón donde estaba. Cuando llegó a cogerla entre sus manos pudo ver como la puerta del habitáculo se cerraba y la llave que abría todo se esfumaba entre sus dedos.</span><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-35513138852850342272020-03-16T13:12:00.001-07:002020-03-16T13:12:08.363-07:00¿Dónde está la maldita llave fija?<div style="text-align: justify;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #666666; direction: ltr; display: inline !important; float: none; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Tardaría en encontrar la llave que necesitaba. Era la diez once, de la que siempre se dice que se pierde. Rebuscó bien en el cajón de las herramientas. El tiempo pasaba. No podía llamar a la grúa y estaba en una carretera solitaria. Si no daba con ella no podría volver a poner en marcha el vehículo, perdiendo la ocasión de llegar a la entrevista de trabajo que necesitaba. Ahora se arrepentía de haber dejado jugar a su pequeño con aquel cajón.</span><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-54263084276474254242020-03-16T12:57:00.001-07:002020-03-16T12:57:56.893-07:00Solo alrededor de casa<div style="text-align: justify;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #666666; direction: ltr; display: inline !important; float: none; font-family: Arial,sans-serif; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 1.5; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Su padre también le dejaba conducir la furgoneta, aunque solo mientras lo hiciera alrededor de la casa. Si hubiera tenido que cargar muebles en ella como hacía su bisabuelo quizá no disfrutase tanto. Ah, pero ese no. Su Lamborghini Diablo, de su vieja colección de vehículos de cuatro ruedas, era su miniatura más preciada.
</span><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-21389388038210680332020-03-16T12:54:00.003-07:002020-03-16T12:54:39.230-07:00Encantadora casa<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; margin: 0px 0px 17px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
Bucear en el lago que había al lado de la casa, pasear por su ribera, adentrarse en el tupido bosque de álamos y disfrutar de esa soledad y aislamiento, eran unas oportunidades que estarían vetadas para los demás. Por eso debía hacerse con esa casa antes que nadie. Una vez viviesen allí, cualesquiera otros inquilinos que la ocuparan serían amablemente invitados a abandonarla.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; orphans: 2; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
Solo por verse incapaces de seguir conviviendo con los fantasmas.</div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><br />aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-27183387465350708682020-03-16T12:51:00.001-07:002020-03-16T12:51:47.596-07:00No sin mi chico<div style="text-align: justify;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #666666; direction: ltr; display: inline !important; float: none; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Bucear en el lago que había al lado de la casa les pareció una gran idea. Cada una de ellas llevaba a su chico, con el que pensaban pasar un gran día. Pero, al final de éste, una volvió sin el suyo, triste, dolida, sin que sus amigas pudieran hacer nada por consolarla. Ya en casa, su madre le dijo que no se preocupara. Podía buscarle otro muñeco Kent igualito al que perdió.</span><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-67257329438606940102020-03-16T12:44:00.001-07:002020-03-16T12:44:15.206-07:00Venganza programada<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #666666; direction: ltr; display: inline !important; float: none; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Bucear en el lago que había al lado de la casa, donde no podía verse nada, era una auténtica inutilidad, una pérdida de tiempo. Me extrañó que me pidiera que le acompañase, especialmente tras nuestra pública última pelea. A todos les dijo que iríamos allí el fin de semana. Sin embargo, esa mañana, tras la prolongada inmersión, no lo volví a ver emerger.</span><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-10275544240270544812020-03-16T12:40:00.000-07:002020-03-16T12:40:01.720-07:00Calentamiento global<div style="text-align: justify;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #666666; direction: ltr; display: inline !important; float: none; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Bucear en el lago que había al lado de la casa era toda su vida. Pero dejó de llover. Recuerda con nostalgia ese sirimiri que humedeció su cara hace ya dos años. El lago fue descendiendo su nivel hasta que la tierra terminó por absorber los últimos charcos. Hoy se siente feliz viendo de nuevo los peces de colores, los rayos del sol formar su cortina al atravesar el agua cristalina, moverse por el fondo experimentando la indescriptible sensación… Para un observador tan solo será un loco reptando por el cuarteado suelo.</span><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-704202288448298502020-03-16T12:37:00.002-07:002020-03-16T12:37:14.207-07:00Dulces sueños<div style="text-align: justify;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #666666; display: inline !important; float: none; font-family: Arial,sans-serif; font-size: 14px; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: inherit; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Ya recogerían la mesa mañana. Les llamaron. Cada segundo contaba. Se acostaron y se dieron la mano. Poco tardaron en quedarse dormidos y verlos. Sus hijos no habían cambiado desde la última vez y se abrazaron efusivamente. Para los dos días siguientes tenían organizado un viaje. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #666666; display: inline !important; float: none; font-family: Arial,sans-serif; font-size: 14px; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: inherit; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Eso era lo bueno de recibirlos en sueños, el tiempo se alargaba.</span><b></b><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><i></i></div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-33097292130100213262020-03-16T12:32:00.003-07:002020-03-16T12:32:45.939-07:00Mudanza<div style="text-align: justify;">
<em style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; font-family: Arial,sans-serif; font-size: 14px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: inherit; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Los rincones vacíos de la casa ya desmantelada </em><em style="-webkit-text-stroke-width: 0px; box-sizing: border-box; color: #666666; font-family: Arial,sans-serif; font-size: 14px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: inherit; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">deben tener algo especial para él. Se ovilla en uno y después va al siguiente, y al otro, y al de más allá… Incluso hace sus necesidades ahí, tal vez producto del miedo al vernos tan dispuestos a abandonar el que ha sido su hogar. No lo vamos a dejar en ningún centro de acogida, seguirá viviendo con nosotros. Pero ¿cómo hacerle entender esto a tu padre?</em><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-5082703557386204672020-03-16T12:31:00.001-07:002020-03-16T12:31:10.400-07:00Arriba y abajo<div style="text-align: justify;">
Los rincones vacíos de la casa ya desmantelada lo estuvieron por poco tiempo. Unos indigentes, de a tan solo una manzana de allí, decidieron cambiar la fría calle por aquel techo. Y allí colocaron, arriba y abajo, sus jergones, mantas, cartones y tetra-bricks de vino, hasta el momento en que les obligaran a abandonarla, dándole un calor humano al que no fue capaz de entregarles, ni una sola vez, unas pocas monedas, y que ahora se había trasladado a vivir una buena temporada junto a otros presos.<b></b><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><i></i></div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-18833791400017417222020-03-16T12:20:00.003-07:002020-03-16T12:20:59.464-07:00Un corte limpio<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #666666; direction: ltr; display: inline !important; float: none; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Pesaban muy poco pero aplastaban sueños, los de sus enemigos y de todos los que pretendieran esclavizar a sus semejantes. Delilah los cortó y sostuvo entre sus manos. Desde ese momento Sansón dejaba de tener su fuerza hercúlea.</span><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-42611318011963520032020-03-16T12:16:00.002-07:002020-03-16T12:16:17.446-07:00Libres de preocupación<div style="text-align: justify;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #666666; direction: ltr; display: inline !important; float: none; font-family: inherit; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 1.6; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Cuando éramos jóvenes nada tenía importancia. Nos divertíamos sin pensar en un futuro. Ahora que somos viejos tampoco ya nada la tiene. Nuestro fin es inevitable.</span><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-28488897627804640982020-03-02T10:10:00.003-08:002020-03-02T10:10:40.140-08:00El loco del pueblo<div id="story-data">
<div style="text-align: justify;">
Hacía casi dos milenios que lo habían crucificado y aún podía
seguirlo viendo por todas partes, y no como el resto, en efigie. </div>
<div style="text-align: justify;">
Haciendo
milagros a cada minuto, solucionaba males que podrían aniquilar a la
humanidad... Él no quiso desvelar el secreto porque todos decían que
estaba loco. </div>
<div style="text-align: justify;">
Pero lo que no sabían es que ya no era el mudo del pueblo.</div>
</div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-60584731654228679902020-03-02T10:07:00.003-08:002020-03-02T10:07:41.778-08:00Adiós a la infancia<div id="story-data">
<div style="text-align: justify;">
Nos enviaban de una patada a las duras calles, nos metían en el barro,
o en los charcos, nos empujaban contra las paredes... </div>
<div style="text-align: justify;">
A mí o a mi
entrañable amigo. No nos importaba. Mientras estuviéramos entre sus pies
éramos felices.</div>
<div style="text-align: justify;">
Han pasado años. Ellos han crecido y se han
marchado, relegándonos vacíos, descoloridos, inservibles balones, al
arcón de los viejos juguetes.</div>
</div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-44700718980078729352020-03-02T10:05:00.002-08:002020-03-02T10:05:25.032-08:00Huída<div style="text-align: justify;">
Prefiero las ratas, porque ellas me ayudan. </div>
<div style="text-align: justify;">
Desde siempre las he
aborrecido, asqueado, odiado. Hasta que llegué aquí, al rincón más
apartado del castillo, condenado a permanecer en este cubículo hasta mi
muerte. </div>
<div style="text-align: justify;">
Deseaba que ésta viniera pronto, que mis captores me la
produjesen, lo que sería mi auténtica vía de escape. Por suerte,
impregnar los rincones con la detestable comida que me daban ha llevado a
que estos roedores produjeran un agujero por el que pronto podré
colarme. </div>
<div style="text-align: justify;">
Pero ahora nadie atiende mi petición de comida y ellas se están
desesperando.</div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-90789565138991178982019-04-15T04:21:00.004-07:002019-04-15T04:21:40.110-07:00Ahora no puedo<div class="page contenido-completo clearfix" id="texto-obra">
<div class="page-content ">
<div style="text-align: right;">
<em>Basado en una historia real</em>
</div>
<div style="text-align: justify;">
Hacía varios días que no sabía nada de
él, y esto me dio que pensar. Revisé mentalmente lo hablado la última
vez pero no hallé nada que me indujese a creer en algún malentendido que
lo distanciase de mí. Entonces ¿a qué era debida esa repentina y
prolongada incomunicación con el que, consideraba yo, era uno de sus
pocos amigos? Decidí llamarlo.
</div>
<div style="text-align: justify;">
─ Diga ─se oyó con voz quejumbrosa al otro lado de la línea.
</div>
<div style="text-align: justify;">
─ Alfredo, soy yo Antonio.¿Estás bien? No sé nada de ti desde hace días.
</div>
<div style="text-align: justify;">
─ Antonio, ahora no puedo hablar. Perdona. Te llamo en otro momento…
</div>
<div style="text-align: justify;">
─ Pero ¿qué te ocurre? No te encierres,
Alfredo. Debes salir, aunque solo sea para dar una vuelta a la manzana.
Cruzarte con la gente por la calle te hará bien, hazme caso.
</div>
<div style="text-align: justify;">
─ Ya, Antonio. Eso mismo me ha dicho mi médico. Pero no puedo.
</div>
<div style="text-align: justify;">
─ Pues debes hacerlo, prométeme que lo
harás ─y colgué. No quise atormentarlo más. Quizá debía dejarlo
recuperarse y no interferir en su deseada soledad.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Alfredo encendió uno de sus cigarrillos
puros. Miró a la ventana y vio el edificio de enfrente. En otras
circunstancias habría salido sin dudarlo, porque el día estaba límpido
de nubes y la temperatura era agradable. Pero negó con su cabeza,
recordando esas últimas palabras de su amigo, y se sirvió una copa que
engulló de un solo trago, acompañándola de su medicación. Después se
dirigió al tocadiscos y buscó entre sus vinilos. Sí, ese de Led Zeppelin
estaría bien. Black Dog comenzó a sonar mientras él, recostado en su
sillón, cerraba los ojos para rememorar los mágicos momentos en que
escuchó por vez primera esos acordes de guitarra eléctrica.
</div>
<img src="https://clubdeescritura.com/wp-content/uploads/users-33/user-32860/2018/09/led-zeppelin-e85db52522ae6467ce7aa59093822034-1223x1200.jpg" />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Adormilado percibió que la música cesaba.
La aguja retornó a su posición de reposo y él se levantó para darle la
vuelta al vinilo. Se hallaba próximo a la ventana que daba al callejón
trasero y percibió esos aromas tan conocidos provenientes del obrador de
pastelería que se encontraba debajo de su vivienda. Muchas veces había
estado en ese salón de té, degustando las exquisiteces allí elaboradas
mientras tomaba un café solo, bien cargado. Tan solo tenía que ponerse
algo decente, no necesariamente ir trajeado como era su costumbre, para
bajar hasta él. Debía estar trabajándose en algo nuevo que tenía que
saborear, aunque fuera en solitario y ya no con esa mujer con la que
tantas tardes compartiera, además de su alcoba, esos agradables
momentos. Esa que le abandonó y que fue la causa de su caída, de su
severo alcoholismo.
</div>
<img src="https://clubdeescritura.com/wp-content/uploads/users-33/user-32860/2018/09/obrador-2d950c859eb1a01b23263ba1212132ca.jpg" />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Nadie podría asegurarme si Alfredo llegó
finalmente a bajar a la calle. Tal vez lo hiciese por cumplir la promesa
que me hizo, me cabe la duda. Lo cierto es que, pocos días después, se
me comunicaba telefónicamente el fallecimiento ocurrido unos días antes.
<span style="background-color: initial; font-size: inherit;">Había muerto en su domicilio en extrañas circunstancias. Me quedó un amargo sabor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: initial; font-size: inherit;"> https://clubdeescritura.com/?p=1819889</span></div>
</div>
</div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-50672054418229631012019-04-15T04:20:00.001-07:002019-04-15T04:20:19.141-07:00Pueblo fantasma<div style="text-align: justify;">
No ha pasado tanto tiempo. Aún soy capaz
de recordar el silencio que campaba por sus estrechas y empinadas
calles poco antes del alba. Ese silencio, roto por el periódico
campaneo que dejaba oír su lamento y que, imperturbable, invadía todos
los rincones. O tal vez, por el lejano pitido de una locomotora que,
arrastrando solo unos pocos vagones, anunciaba su proximidad al pueblo
para, con toda seguridad, recoger a unos mozalbetes que deseaban
abandonar cuanto antes aquel lugar en busca de un futuro más prometedor
en las ciudades, renunciando a sus familias.
</div>
<div style="text-align: center;">
<img src="https://clubdeescritura.com/wp-content/uploads/users-33/user-32860/2018/09/pueblo-2fff6ffe50be1e3e4db49e4b826ab271.jpg" /> </div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Pero pronto se levantaba un murmullo que
se iba generalizando. De las casas salían temerosos sus pobladores,
frotándose aún los ojos por ese despertar forzado que les obligaba a
acudir a sus rutinas laborales. Las pocas tiendas abrían sus puertas.
El olor a pan recién hecho recorría todas las fosas nasales, penetraba
en la carnicería donde se confundía con el aroma de la carne fresca, en
la pescadería y en la frutería, y seguía su recorrido ascendente hacia
las cercanas montañas.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Y también recuerdo cuando tenían lugar
las fiestas. Esas en las que se lanzaba desde lo alto del campanario de
la iglesia, sin ningún resquicio de dolor, a una cabra que bien
pudiera esperar idéntico final si era una de las seleccionadas para el
famoso guiso de cabrito que se hacía en la misma plaza, a la vista de
todos, condimentado con las magníficas hierbas aromáticas recogidas a
los pies de la montaña. Y cuando llegaba la noche esos bailes
amenizados por una orquesta compuesta por músicos formados allí mismo
que tocaban sin parar hasta altas horas de la noche, invitando a que
las parejas se reunieran en danzas sensuales que, en el caso de los más
jóvenes, los llevaran a ocultos rincones donde desfogar sus ardientes
deseos.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces el pueblo tenía un considerable
número de habitantes. Pero su descendencia, a medida que se iba
haciendo mayor y adquiriendo conciencia de progreso, tomaban la firme
determinación de marcharse, algunos incluso formando ya una nueva
familia a la que querían dotar de una confortabilidad mayor de la que
ellos suponían podía alcanzarse en aquel ridículo pueblo, aunque
siempre podían volver por vacaciones.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora, sin poder salir de aquí, paseo por
sus vacías calles, por su plaza mayor, por las casas que quedaron
todas abiertas ya que en ellas no restaba nada, tan solo esos muebles
viejos carcomidos y escasos enseres. En el campanario ya no tañe esa
campana, permanece inmóvil desafiando el paso de las horas sin
anunciarlas. Y tampoco anuncia ya su llegada el ferrocarril porque el
nuevo trazado dejó obsoleto el próximo al pueblo y el más rápido avanza
lejos de él, como renunciando a acercarse a la muerte.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero mi parada obligada tiene lugar
cuando me acerco al cementerio y contemplo las lápidas, los nombres y
fechas inscritos en ellas, los recuerdos que me traen de aquellos
felices tiempos. Y sin poder evitarlo dirijo la mirada hacia la que
reza mis datos.
</div>
<div style="text-align: justify;">
<img src="https://clubdeescritura.com/wp-content/uploads/users-33/user-32860/2018/09/cuatro-cementerios-con-encanto-para-pasear-entre-las-lapidas-2707102701170b1510c731b89328242a.jpg" /> </div>
<div style="text-align: justify;">
https://clubdeescritura.com/?p=1808720 </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-65173366022420015222019-04-15T04:12:00.003-07:002019-04-15T04:12:58.198-07:00Libre albedrío<div class="page contenido-completo clearfix" id="texto-obra">
<div class="page-content ">
<div style="text-align: justify;">
¿Fobia? ¿yo?
</div>
<div style="text-align: justify;">
Empecemos por aclarar el término.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Según reza en el diccionario, fobia es un “temor intenso e
irracional, de carácter enfermizo, hacia una persona, una cosa o una
situación”, o también “odio o antipatía intensos por alguien o algo”.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Bien. Hay dos opciones para tenerla: o temo a alguien (o a algo), o
le tengo un odio o antipatía sin igual. Les pondré en situación y
juzguen ustedes.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Mi vecino es el típico que mira de arriba abajo cuando uno se cruza
con él. Debe poner en conocimiento de todos que hago o dejo de hacer tal
o cual cosa. Y seguro que critica mis acciones desde el punto de vista
más subjetivo que pueda adoptarse por lo que, en base a ello, todas son
punibles. A veces me planteo tomar una iniciativa en función del
resultado que pueda obtener y, por tanto, qué comentarios y valoraciones
pueda hacer de mí. En ese sentido, tendría temor. No obstante, mi
determinación me obliga a realizar la acción, o no, sin miramientos, lo
que desmonta el miedo enfermizo; aunque tampoco es menos cierto que,
precisamente por esa actitud, mi consideración hacia él roza más bien el
odio.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Siguiendo el planteamiento cartesiano de dudar de todo, lo primero
que tendría que hacer sería cuestionar si tal comportamiento tiene
lugar, para asegurar que por ello está justificada mi actitud hacia él.
Porque, al igual que pensaba Descartes, un genio maligno puede estar
haciéndome creer tal cosa sin llegar a ser cierta. Pero a este ser, me
refiero al genio, lo conozco desde que tengo uso de razón y sé que no me
engaña. Por tanto, la forma de actuar del vecino debo considerarla
cierta.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Y, de cara a la segunda alternativa, si mi actitud ante él fuera de
odio ¿por qué motivo, entonces, lo saludo cordialmente? No, está claro
que no lo odio. Solo me resulta algo antipático, pero no en el grado de
intensidad que define el término fobia. Si esto fuera cierto, cosa que
pongo en duda siguiendo el antedicho planteamiento, no tendría sentido
que hubiera acudido a una reputada tienda de armamento militar,
entretenido por más de media hora al sufrido dependiente para que me
muestre todos los artículos y, finalmente, marcharme con un paquete bajo
el brazo. El genio maligno no me ha propuesto que haga tal cosa, de eso
puedo estar seguro.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces, si descartamos el odio acérrimo y aún así se sigue pensando
en la existencia de la fobia, de la que el genio no puede engañarme, no
cabe otra cosa por concluir que poseo un temor intenso e irracional
hacia él. Tal vez por eso haya decidido armarme, conociendo de antemano
que el individuo es incapaz de matar una mosca. O eso me hace pensar el
genio. No lo creeré, por el momento.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Quizás ahora, por ese motivo, estoy aquí esperando a que llegue, en
el rellano de la escalera que necesariamente él debe tomar, ya que vive
en un primer piso y renuncia coger el ascensor. Me siento en el frío
escalón, sin consideraciones a lo que me pueda estar diciendo mi genio
interior. Permanezco ahí sentado bastante tiempo. Otros vecinos me han
mirado interrogantes, pero no han lanzado ni una pregunta al por qué de
mi espera o si he perdido las llaves. Se han limitado a saludar, o no, y
continuar su camino.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Finalmente ha aparecido mi vecino, con una sonrisa en su rostro por
todo saludo. No me tomo la molestia de contestar ni devolviendo ese
sencillo gesto. Deshago el paquete ante su atenta mirada, como si fuera
un regalo que pretendo hacerle en reconocimiento de algún detalle que
desconoce. Ante sus aterrorizados ojos aparece el arma blanca,
brillante, nueva. He de reconocer que es preciosa, pero no la voy a
utilizar en mi faceta de cazador, por el momento.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El vecino se queda paralizado ante la visión del objeto. “No pensará
usted… aquí” dice tartamudeando, con un terror palpable, su cara pálida,
sus piernas temblando perceptiblemente por el leve movimiento de las
perneras del pantalón. Cojo el cuchillo, me pongo en pie y me dirijo
hacia él. Debo actuar rápido ya que cualquier vecino puede entrar o
salir de un momento a otro. El individuo no se mueve. Tan solo levanta
los brazos en ademán de que detenga mi acción, pero como he dicho antes,
mi determinación es férrea. Me coloco detrás de él y pongo el cuchillo
en su garganta. Sus esfínteres no le obedecen y un pequeño charco se
forma a sus pies. Es todo mío. Ahora tengo que decidir si atiendo las
indicaciones del genio interior, el cual tampoco termina de aclararse,
también le han asaltado las dudas y me agobia en sus contradicciones.
</div>
<div style="text-align: justify;">
“Por favor, no lo haga” me implora. Yo sigo escuchando las
elucubraciones de mi genio, que se debate en un cúmulo de interrogantes y
respuestas. Un asesinato en el zaguán, que queda parcialmente oculto a
la vista de la calle, dejaría a la policía sin prueba alguna del
homicida. Ahora me siento con total libertad para hacer lo que solo yo
decida.
</div>
<div style="text-align: justify;">
“¿Le gustó mi cuchillo?”, termino diciéndole.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
https://clubdeescritura.com/?p=293990 </div>
</div>
</div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-15364732455261668402019-04-15T04:07:00.000-07:002019-04-15T04:07:21.369-07:00El jardín del Edén<div class="page contenido-completo clearfix" id="texto-obra">
<div class="page-content ">
<div style="text-align: justify;">
En el día
de ayer, gracias a varios meses de esfuerzo de nuestros científicos y,
como no, a la ayuda inconmensurable de nuestros compañeros robóticos
vigilando todo el proceso de crecimiento, culminó el proyecto de jardín
que ya ha pasado a conocerse como el nuevo Edén, con algunas especies
vegetales recuperadas y aún otras en proceso, esperamos, satisfactorio
de evolución.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span>Bajo la cúpula protectora de
nuestra gran nación, creada como saben por el malogrado Nobel Hawking,
capaz de filtrar adecuadamente los perniciosos rayos solares que llegan a
nuestro planeta para que la fotosíntesis pueda tener lugar al modo como
lo hacía antes de que la Tierra se convirtiera en el gran desierto, se
han podido regenerar entre otros, la Pawlonia tormentosa, kiri o árbol
emperatriz, elemento principal para la reproducción a gran escala de la
vida vegetal. Quizá a la mayoría estos nombres les suenen raros, pero
les puedo asegurar que, según me contaron en mi infancia, fue una
iniciativa que dio muy buenos resultados. Precisamente con el desarrollo
de este árbol se han creado las condiciones adecuadas para la
progresiva implantación de otras especies, cuyas semillas habían sido
puestas a buen recaudo antes del cataclismo del 2040.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Con estos logros, además de proveernos de
oxígeno puro al estilo de la vieja civilización, podremos, en un futuro
quizá no muy lejano, alimentarnos, aunque a algunos les parezca una
auténtica locura, de los vegetales que extraigamos de este jardín. El
consumo tan frecuente de los elaborados químicos con contenidos
cerealísticos o frutícolas, tenderán a ir desapareciendo en pos de una
alimentación más sana procedente de este, deseemos, cada vez más grande
jardín.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
https://clubdeescritura.com/?p=56692</div>
</div>
</div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-49196021636814544432019-04-15T04:00:00.003-07:002019-04-15T04:00:28.041-07:00Conquista<div id="story-data">
<div style="text-align: justify;">
El último día de vacaciones era de nervios. Sabíamos que la vuelta a
nuestras ocupaciones era ineludible y había que aprovechar el descanso
las siguientes doscientas horas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Máxime si, a continuación, nos esperaba aquel bonito planeta azul que sus habitantes llamaban Tierra.</div>
</div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-5163596892972402482019-04-15T03:59:00.003-07:002019-04-15T03:59:41.553-07:00Juego de ciencia<div id="story-data">
<div style="text-align: justify;">
Un corazón de lana y acero comenzó a latir rítmicamente. Los niños se
miraron y comenzaron a chillar y saltar de alegría. Habían creado vida
con ese juego.</div>
<div style="text-align: justify;">
El corazón pareció querer participar de la algarabía acelerando su ritmo para, poco después, explotar.</div>
</div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-4195575202695250642019-04-15T03:58:00.004-07:002019-04-15T03:58:42.397-07:00El nuevo mundo<div id="story-data">
<div style="text-align: justify;">
Un corazón de lana y acero comenzó a latir rítmicamente. Comenzaba
una nueva vida en aquel cuerpo gelatinoso, escurridizo, que vería la luz
dentro de unos años, cuando los astros se alineasen.</div>
<div style="text-align: justify;">
Si la expedición a la Tierra tenía lugar entonces, tal vez fuese posible colonizarla con estos nuevos individuos.</div>
</div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-71628627823614998572019-04-15T03:57:00.001-07:002019-04-15T03:57:32.824-07:00¿Alienígenas inteligentes?<div id="story-data">
<div style="text-align: justify;">
Esas alas de plástico servían para volar. Al menos eso parecía,
aunque quizá fuesen de otro material. Pero eso era lo que menos
importaba. Se conseguiría el sueño del ser humano desde el origen mismo
de su existencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
Solo había que suplicarles que también se las pusieran a ellos, si es que llegaban a entenderse algún día.</div>
</div>
aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1593761085122627408.post-53539494127183822092019-04-15T03:55:00.005-07:002019-04-15T03:55:57.929-07:00Realidad virtual<div id="story-data">
<div style="text-align: justify;">
Los padres de Tomás insistían en recuperar al estúpido de su hijo.
Pensaban que aún podrían hacerlo desistir de su adicción si los
programadores revertían el proceso. El nuevo videojuego incluía una
innovadora herramienta que estaba volviendo loco a los jugadores.</div>
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Y ahora lo veían moverse dentro de la pantalla disparando a diestro y siniestro.</div>
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aprflapierrehttp://www.blogger.com/profile/16374914968041861624noreply@blogger.com0